Montaje-4

John Cage amplía nuestro universo sonoro y nos demuestra que el silencio como se lo suele concebir
El silencio, en el mundo que nos rodea, ya no representa la ausencia del sonido sino que más bien se convierte en el portador de otros sonidos a los que quizás nos les damos importancia en el día a día.

Con esta grabación de 60 segundos en la que dejé que mi tablet grabara el sonido de ambiente quiero demostrar esta idea de John Cage, la idea de que el silencio es un elemento sonoro más en nuestras vidas.
No existe la ausencia del sonido como tal, sí sucede que nuestra percepción decida captar ciertos momentos como silenciosos. Puertas que se abren, el tráfico en las calles, el ruido de un CPU, todos estos sonidos nos acompañan en la vida diaria y forman parte de estos "silencios" cuando decidimos no oírlos.

“Dondequiera que estemos, lo que oímos es ruido. Cuando lo ignoramos, nos incomoda. Cuando lo
escuchamos, descubrimos que es fascinante. El sonido de un camión a 90 km por hora. Los ruidos
parásitos entre una emisora y otra. La lluvia. Nosotros queremos capturar y controlar estos
sonidos, utilizarlos, no como efectos sonoros, sino como instrumentos musicales”

Una de las obras más reconocidas de John Cage. Esta pieza presentada por primera vez en el Maverick Concert Hall de Woodstock en la ciudad de Nueva York consta de tres movimientos en los que el intérprete permanece en completo silencio como lo indica su partitura:

I
Tacet*

II
Tacet

III
Tacet

*Silencio, en latín

Para poder escuchar 4'33'' como una pieza musical debemos repensar el concepto de SILENCIO, que para Cage este no significa "ausencia de sonido" sino que es más bien un elemento sonoro más que debe ser incorporado a nuestra percepción.
Si bien en esta obra el intérprete no toca ninguna nota en el piano, la música es generada por los sonidos que están envueltos en el silencio: los murmullos, los golpes involuntarios, la respiración, el sonido que hace eco desde lo lejos y que no llegamos a reconocer. Estos son los elementos que hacen a la música planteada por Cage y que nos abren la puerta a escuchar más allá de lo que conocemos.

Interpretación de la obra de Cage por William Marx

Grabación realizada durante la escucha de 4'33'' de John Cage

Partitura realizada a partir de la grabación anterior

“si una cosa os aburre durante dos minutos, intentadlo con cuatro. Si todavía os aburre,
intentadlo con ocho, dieciséis, treinta y dos, y así sucesivamente. Puede que no sea aburrido, sino
todo lo contrario”.

Esta frase nos remite a una idea que John Cage menciona en el documental "Écoute" ("Escucha") de 1991. En él, además de profundizar sobre su fascinación por el concepto de silencio, habla acerca de los sonidos cotidianos que pasan desapercibidos para nuestros oídos; siguiendo esta línea, al hablar de volver a algo que nos aburre hasta que ya no lo haga, se puede trazar un paralelismo con la idea de Cage de prestar atención a los sonidos que ya forman parte de nuestra cotidianidad. Él habla, por ejemplo, del sonido de las calles, las cuales en un contexto cotidiano nos pueden parecer monótonas e incluso aburridas pero si prestáramos más atención al oír comenzaríamos a descubrir diferentes ritmos, variaciones y demás elementos que harían de esta escucha mucho más agradable, casi como si estuviéramos escuchando una composición musical más tradicional.

Con este audio de 60 segundos del sonido de una gotera y de las cañerías de agua trato de hacer hincapié en esa idea de que podemos encontrar ritmos, variedades y un enorme abanico de sensaciones en los sonidos más cotidianos a los cuales casi siempre dejamos de lado.

A partir del título de la muestra "Tiempo Partido" llevada a cabo en el MALBA en el año 2017 (y evitando investigar las obras que formaron parte de ella para no cambiar el foco de la primera impresión que me dio su titulo) grabé un serie de sonidos de la vida cotidiana y les agregué un efecto de delay con un editor de audio para enfatizar la idea del tiempo que corre y corre y se paraliza y vuelve a comenzar.